En nuestra experiencia como abogados de familia, nos hemos encontrado con numerosas situaciones en las que uno de los cónyuges decide, de manera unilateral, cambiar la cerradura de la vivienda familiar sin previo aviso a la otra parte. Este acto, además de generar tensión y conflictos entre las partes, puede tener consecuencias legales importantes. Las medidas a adoptar en estos casos dependen de las circunstancias específicas. Aunque, en teoría, el cambio de cerradura sin consentimiento podría tipificarse como un delito de coacciones, en la práctica judicial influyen diversos factores que pueden modificar la resolución del conflicto. Si la pareja no ha formalizado su separación legalmente y no existe una sentencia de divorcio que establezca quién tiene derecho al uso de la vivienda familiar, impedir el acceso a la misma al otro cónyuge puede constituir una coacción. En este caso, se podría acudir a la vía penal interponiendo una denuncia. En la mayoría de los casos, el juez emitirá una resolución que determine quién puede hacer uso del domicilio hasta que se dicte una sentencia definitiva sobre el divorcio y la atribución de la vivienda. Si bien el cambio de cerradura puede constituir un acto de coacción, los tribunales valoran las circunstancias específicas de cada caso antes de emitir una resolución. Por ejemplo, no es lo mismo que uno de los cónyuges sea expulsado del domicilio sin su consentimiento, que si previamente ha decidido abandonarlo voluntariamente. En este último caso, los jueces suelen considerar que el cónyuge que permanece en la vivienda no está cometiendo una coacción, sino protegiendo su intimidad y la estabilidad del hogar. Es importante tener en cuenta que, si existen menores de edad en la vivienda, la decisión judicial sobre el uso del domicilio se basará en el interés superior del menor, primando su bienestar por encima de cualquier otra consideración. Si el cónyuge afectado no ha podido retirar sus pertenencias antes del cambio de cerradura, podrá solicitar una autorización judicial que le permita acceder al domicilio con el fin de recuperar ropa, objetos de uso personal y medios de trabajo. Cada situación de separación o divorcio es única y debe analizarse de manera individual. Por ello, antes de tomar cualquier decisión que pueda tener implicaciones legales, es fundamental contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho de familia. Un profesional podrá evaluar el caso específico y determinar la mejor estrategia para proteger los derechos e intereses de su cliente.
En Moreno Anguita Abogados contamos con amplia experiencia en derecho de familia y estamos a su disposición para asesorarle en cada paso del proceso. Si se encuentra en una situación similar y necesita orientación legal, no dude en ponerse en contacto con nuestro despacho.
