Cláusulas Abusivas en Contratos: Qué son y cómo actuar.

Los contratos deberían garantizar acuerdos justos entre las partes, pero en ocasiones incluyen cláusulas abusivas que perjudican a los consumidores. En España, la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios declara nula estas disposiciones, lo que significa que no tienen validez legal.

Las cláusulas abusivas suelen aparecer en contratos de servicios, compras, arrendamientos o préstamos. Entre las más comunes están la renuncia a los derechos legales, que impide reclamar ante tribunales, o la modificación unilateral, donde la empresa cambia condiciones sin previo aviso. También encontramos exclusiones de responsabilidad, que exoneran a la empresa de incumplimientos, y penalizaciones desproporcionadas, como multas excesivas por cancelaciones anticipadas.

Si te enfrentas a una cláusula abusiva, lo primero es revisar el contrato y detectar disposiciones injustas. A continuación, puedes reclamar ante la empresa y, si no recibes respuesta, acudir a organismos de consumo como AECOSAN o la OMIC. Si la compañía sigue sin rectificar, puedes recurrir a los tribunales para solicitar su nulidad.

Lo que debes revisar antes de firmar un contrato laboral

Firmar un contrato de trabajo es una decisión clave, por lo que es fundamental analizarlo con detenimiento para evitar sorpresas desagradables.

Lo primero es conocer qué tipo de contrato te están ofreciendo. Un contrato indefinido garantiza estabilidad y derechos completos, mientras que un contrato temporal tiene una duración específica y puede renovarse. También existen los contratos de formación o prácticas, pensados para jóvenes en aprendizaje, y los fijos discontinuos, utilizados en trabajos estacionales.

Además, hay ciertas cláusulas que merecen especial atención. Por ejemplo, el periodo de prueba: la ley establece un máximo de seis meses para técnicos y dos meses para otros empleados, por lo que tiempos superiores pueden ser abusivos. También debes estar atento a la prórroga automática, que renueva el contrato sin consentimiento expreso, o a la modificación unilateral, que permite cambios sin consultarte. Las condiciones de pago abusivas, como exigir pagos adelantados sin garantías, son otro aspecto crítico a evaluar.

Antes de firmar, revisa el contrato con calma y, si tienes dudas, consulta con un experto para asegurarte de que tus derechos están protegidos.